La tensión crece en la realeza. Aquí cada uno anda por su lado y por lo suyo.
Y es que Meghan (41) y Harry (38) han bautizado a su hija, Lilibet, en una ceremonia celebrada el pasado viernes en su casa de California, según se ha sabido este miércoles. La hija de los duques de Sussex, de 21 meses, ha sido bautizada como princesa Lilibet Diana, ha informado el medio norteamericano People. La ceremonia religiosa fue oficiada por el arzobispo de Los Ángeles, el reverendo John Taylor.
"Puedo confirmar que la princesa Lilibet Diana fue bautizada el viernes 3 de marzo por el arzobispo de Los Ángeles, el reverendo John Taylor", anunció el portavoz de la pareja.
El periodista real Omid Scobie, cercano a los Sussex, informó que "el rey Carlos, la reina Camila, el príncipe Guillermo y la princesa Kate fueron invitados pero no asistieron", asegura el Daily Mail. No se sabe si otros miembros de la familia real estuvieron presentes.
Después de que su abuelo se convirtiera en monarca tras la muerte de la reina Isabel, en septiembre, Archie (3) y Lilibet recibieron los títulos de príncipe y princesa según las reglas establecidas por el rey Jorge V en 1917. People asegura que a la ceremonia asistieron alrededor de 30 invitados, entre ellas la madre de Meghan, Doria Ragland, así como el padrino de la niña, el multimillonario Tyler Perry, y la madrina, una mujer que no ha sido identificada. Después de la ceremonia, los asistentes disfrutaron de una tarde de comida y baile donde Archi fue uno de los protagonistas con sus bailes.
Todavía no se confirma si la pareja asistirá a la coronación de su padre.